Para qué madrugarán los teólogos

Fray Luis de León. Cuentan que fray Luis de León estuvo cinco años en la cárcel por haberse atrevido a traducir del latín al castellano el Cantar de los cantares. Él se defendió explicando que era una traducción para una monja que no sabía la lengua muerta, lengua viva en tiempos gloriosos de Roma. También cuentan que realmente eso, lo de acusarle por esa traducción, fue una excusa, porque lo que de verdad había eran líos entre órdenes religiosas y entre mandamases de la Universidad de Salamanca. Sea como fuere y decíamos ayer, el caso es que una traducción de un libro de la Biblia permitió y justificó un proceso inquisitorial que mantuvo al religioso un lustro a la sombra.

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